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Editoriales Roberto Passailaigue

El discurso del Presidente

El discurso del Presidente

El discurso del presidente Lenín Moreno Garcés, en el 73° período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, inicia con una reflexión filosófica: “Todo en la vida es causa y efecto, y todo efecto supone una causa… Los gobernantes, los líderes y decisores, tenemos una inmensa responsabilidad, en la manera como el mundo percibe su devenir. Nuestros pueblos deben comprender que la causalidad, no es fatalismo”… evidenciando su formación de pensador metafísico y humanista.
En tono calmado se refirió a su proyecto “Toda una Vida”, felicitó a María Fernanda Espinoza y sin ufanarse expuso su pensamiento de izquierda progresista y la visión multinacional enfocada en la paz, diálogo, migración, seguridad, economía y comercio entre los países, sin sectarismo ni discrimen de otras corrientes de pensamiento o ideologías.
Marcó distancia del modelo impuesto por su antecesor y de Organismos Regionales como La Alba y Unasur creados para defender posiciones de gobiernos totalitarios, reafirmando su confianza en las Naciones Unidas.
Difirió de gobiernos totalitarios al expresar: “Cuando los gobiernos desvían su objetivo de cuidar a los más pobres y necesitados, esa población, busca mejores oportunidades, fuera de su tierra, lejos de los suyos… Nadie emigra por voluntad propia. Lo hacen porque se ven obligados al desarraigo, y a un doloroso desmembramiento familiar y emocional… Sobran aquellos que se perpetúan en el poder, y se vuelven gobiernos sombríos, siniestros, con mafias corruptas… A propósito de la crisis Venezolana, o la que vive Nicaragua, nuestra América Latina, tiene el gran desafío de consolidar su democracia, luego de que varios países, vivimos Gobiernos autoritarios, corruptos, y populistas… La historia de las Naciones Unidas, es la historia de un pacto común, para la preservación de los derechos humanos de los ciudadanos del mundo….”
El discurso evidencia el pragmatismo de un gobierno para todos los ecuatorianos, sin sectarismo ni ideologías caducas o infantiles del Socialismo del Siglo XXI. Esperemos que sus colaboradores actúen igual.