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Editoriales David Samaniego

No me contaron, lo vivimos

No me contaron, lo vivimos

Fue difícil, casi imposible. Fueron necesarias algunas llamadas para cerciorarme de que el viaje que planeaba con mi habitual compañera de ruta era factible. Cuando le dije ‘nos vamos a Cuenca el viernes por Pasaje’, me espetó: ‘No, yo por Pasaje no me voy’. ¿Qué hacer? ¿Cambiar el itinerario? Lo indicado era conversar con quienes habitualmente viajan por esa vía para tener una información fresca y necesaria. En resumen: la vía estaba mala, era indispensable manejar con prudencia y con los ojos bien abiertos. Al final, mis indagaciones fueron de valor: mi compañera de ruta no me abandonó. Juntos volvimos otra vez a surcar los caminos de la patria. Algunos detalles que narro enriquecen nuestro acervo cultural.

1. Desde Guayaquil, por carretera, es posible viajar a Cuenca por algunas vías, todo depende del tiempo que se tenga y del propósito del viaje. La más corta es Puerto Inca-Molleturo-El Cajas, algo menos de 200 km. Algo más larga: El Triunfo-Cañar-Azogues. Puerto Inca-Naranjal-El Guabo-Pasaje-Santa Isabel- Portete-Cumbe, algo más de 300 km. También es posible: Guayaquil-Pallatanga-Alausí-Azogues-Cuenca, algo más de 400 km.

2. La razón de ser de un viaje acorta o alarga distancias, tiene urgencias o tiempo suficiente para disfrutarlo. No sé si me equivoque al afirmar que los ecuatorianos no viajamos por tierra lo suficiente como para conocer nuestra privilegiada geografía. La tercera edad es la llamada para conocer a profundidad ciudades, campos, montañas, ríos, cascadas y pueblos.

3. Decidimos viajar por Pasaje, una vez más, para informar, por esta columna, qué sucede en las provincias que se recorren: Guayas, El Oro y Azuay. Nombres de algunas poblaciones que se visitan y sirven para comprender mejor el recorrido: Puerto Inca-Naranjal-Balao-Tenguel-Camilo Ponce-El Guabo-Pasaje-San Rafael- Santa Isabel-Yunguilla-Girón-Portete-Cumbe- Cuenca.

4. Viajar por Pasaje a Cuenca ha dejado de ser una diversión. La vía está en mal estado salvo ciertas ampliaciones, como el tramo antes de Naranjal. ¿Por qué no se ensanchó la vía que une a Guayas con El Oro, siendo una carretera de intenso tráfico comercial? El Guabo-Pasaje es una vía vieja con cierto mantenimiento, pero de Pasaje hacia Cuenca hay momentos suficientes para arrepentirse de haber escogido este recorrido. La construcción de la presa San Francisco, a lo largo del Jubones y el represamiento de este río son obras que llaman la atención y nos dicen que valió la pena hacerlo.

5. El Gobierno que despediremos el 2017 prometió e incumplió, sobre vialidad en el Azuay, como pocos lo han hecho. Un buen amigo, conocedor y querendón de su provincia, me cuenta: “Durante el actual Gobierno, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas contrató diferentes empresas para intervenir las carreteras Cuenca-Azogues-Biblián, Cuenca-Girón-Pasaje, Minas-Tablón-Pucará, Gualaceo-Plan de Milagro-Limón, Sígsig-Matanga-Gualaquiza y avenida Ordóñez Lasso, esta última, la única en ejecución que avanza sin mayores contratiempos. La suspensión de los proyectos viales se debe en unos casos por la falta de recursos para el pago a los contratistas y en otros por incumplimientos de las empresas, incluso al momento se encuentran en proceso de terminación de contrato”. Sinohydro, compañía china, es madre de este intríngulis. Al padre lo conocemos.

“El mundo es un libro, y aquellos que no viajan leen solo una página”, san Agustín. (O)