A quienes hacemos periodismo de opinión nos toca, otra vez, carmenar la lana para hilar muy fino y tejer retazos de historias, sostén de asertos y conjeturas. Lenín Moreno Garcés es presidente electo del Ecuador. Bien por él. Los meses y los años, por venir, espero que legitimen su mandato: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7, 16-20). El tiempo lo dirá, más pronto que tarde.

Cito con beneplácito, parcialmente, mensajes de LMG: “¡Gracias, no los defraudaremos! El Ecuador espera paz y trabajo… Es hora de acuerdos por los grandes objetivos nacionales (…), miremos hacia adelante. ¡El futuro no se detiene!”. Quiero pensar que estas pocas palabras entregadas a las redes sociales fueron pensadas y meditadas, porque bien pueden contener los ejes de un posible accionar del nuevo presidente.

-‘Gracias, no los defraudaremos’: ser agradecidos significa saber que algo que se posee se debe también al trabajo de los demás; es abandonar el orgullo insano del todopoderoso. No los defraudaremos. El hasta hace poco candidato Lenín prometió cosas importantes en sus breves intervenciones y quienes lo respaldaron desde la función pública tomaron en serio esa promesa hecha al pueblo, de manera especial a quienes menos poseen. No defraudar es cumplir con lo prometido. En buena hora.

-‘El Ecuador espera paz y trabajo’. Paz es el respeto al derecho ajeno, según Benito Juárez. Es un sí a la restauración de la unidad nacional y un no rotundo al insulto, al menosprecio, a la violencia verbal y física; es la búsqueda de una sociedad anclada en el irrestricto respeto a los derechos humanos y al imperio de la sensatez y buen juicio, elementos necesarios para crear un ambiente de trabajo tan necesario para salir adelante luego de la crisis económica que nos agobia y del desempleo que nos acorrala. Paz y trabajo, hermoso lema para un gobierno.

-Con su venia, amigas y amigos, un punto y aparte.

-La Comisión Nacional Anticorrupción, vejada frente al mundo en la forma más grotesca por defender los intereses del Ecuador, merece un homenaje de desagravio que exteriorice el respaldo del país a su gestión, la necesidad de intensificar controles y un sincero reconocimiento a vidas consagradas al trabajo, a la ciencia, al periodismo y al bien obrar. Cuando un pueblo escarnece a sus ancianos, cuando pierde la proporcionalidad de sus acciones, cuando permite que el respeto y la honra sean pisoteados, es necesario que vuelva a andar sus pasos, que escoja mejor el sendero a transitar y que jamás permita que la mofa sea confundida con la viveza ni el escarnio con el perdón.

“Es hora de acuerdos por los grandes objetivos nacionales (…), miremos hacia adelante ¡El futuro no se detiene!” (Lenín Moreno Garcés). (O)