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Editoriales Roberto Passailaigue

¡POR FIN, CLASES PRESENCIALES!

¡POR FIN, CLASES PRESENCIALES!

Luego de ordenar sus estadísticas, el lunes 31 de enero el COE Cantonal de Guayaquil concluyó que, los estudiantes podrían asistir a clases presenciales, lo mismo que ya había establecido el COE Nacional una semana antes. Solo desde entonces, Guayaquil retornó a clases presenciales en forma voluntaria, respetando aforo, protocolos del PICE y medidas de bioseguridad.

El PICE es el Plan Institucional de Continuidad Educativa, elaborado y aplicado bajo los parámetros del Ministerio de Educación, como Autoridad Educativa Nacional con competencia exclusiva para la organización y manejo del Sistema Nacional de Educación.

No se pretende ahondar en lo político, ni en los criterios de las partes involucradas, erradas o no, sobre la reapertura de clases presenciales, pero solo era de analizar la jurisdicción y competencia de las autoridades, las estadísticas cantonales, provinciales, nacionales y especialmente la conveniencia para la niñez y juventud, utilizando el diálogo para unificar criterios de manera oportuna que permita el retorno a las clases presenciales en todo el territorio nacional, y no hacer el papelón del tira y jala a nivel nacional e internacional, no obstante la indudable buena voluntad de las autoridades.

Ningún país del mundo estaba preparado para la pandemia, ni los más desarrollados, peor Ecuador que arrastraba un enorme déficit económico que ya lo ubicaba en emergencia económica. Por el confinamiento, el Ministerio de Educación implementó el aprendizaje en casa con acompañamiento a distancia o el aprendizaje por internet conocido como on line. Los resultados no fueron los esperados, un 70% de estudiantes tuvo dificultad de acceso por la carencia de teléfonos inteligentes, computadores, laptops o tabletas, sumada a la deficiencia de conectividad o acceso de Internet, agravada por los escasos recursos de los padres y la falta de capacitación de profesores para el modelo en línea; lo que ha impedido la normal formación de millones de niños durante la pandemia, conforme los profesores, padres, madres y estudiantes, narran sus experiencias. (Continúa)