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Editoriales Roberto Passailaigue

Educación para el Nuevo País

Educación para el Nuevo País

Los resultados de la prueba Ser Estudiante, aplicada en Ecuador por el Instituto Nacional
de Evaluación Educativa (Ineval), confirman por segundo año consecutivo (2023 y 2024)
que, los estudiantes de bachillerato no alcanzan los niveles mínimos de competencias
establecidos en el currículo nacional. Asimismo, los graduados presentan déficits en
razonamiento lógico, pensamiento crítico y manejo de fuentes confiables, capacidades
indispensables para la educación superior y para una ciudadanía funcional en sociedades
contemporáneas basadas en el conocimiento, lo que evidencia fallas estructurales y
sostenidas en el Sistema Nacional de Educación.
El deterioro responde a múltiples factores acumulados: disminución de la rigurosidad
académica, flexibilización indebida de la disciplina escolar, debilitamiento del principio de
autoridad institucional y docente, sistema memorista enciclopédico, ausencia de
incentivos que promuevan el mérito, escasa articulación entre familia y escuela. A ello se
suma la incorporación de enfoques ideológicos externos a las necesidades educativas del
país, que han desplazado la centralidad del aprendizaje, fragmentando la coordinación
pedagógica. Las mayores afectaciones se concentran en las instituciones públicas y en los
sectores socioeconómicamente vulnerables, profundizando desigualdades ya existentes.
Como señaló Einstein, “no podemos esperar cambios si hacemos siempre lo mismo”. Bajo
esta premisa y en busca de la mejora continua, es necesario un cambio de paradigmas
para lo cual, se recomienda una Consulta Nacional sobre “Educación para el Nuevo País”,
estructurada con rigurosidad metodológica, transparencia y participación amplia,
tomando como referencia las primeras consultas del Ministerio de Educación “Educación
Siglo XXI”, que se caracterizaron por su solvencia técnica y su enfoque plural.
Este proceso debe convocar a todos los sectores —académicos, productivos, sociales y
territoriales— con una metodología previamente establecida. Un equipo multisectorial y
multidisciplinario de expertos, consolidará los aportes elaborando un informe técnico
acorde a las capacidades, prioridades y realidad nacional.
La consulta responderá a preguntas estratégicas: ¿Cuál es el modelo de desarrollo del país
que queremos —agrícola, industrial, tecnológico, turístico, mixto—? ¿Qué tipo de
ciudadano requiere ese país? ¿Qué perfil docente es coherente con esa formación?
A partir de esas definiciones será posible construir un marco normativo educativo sin
adoctrinamiento sectario, un currículo actualizado y pertinente, y una guía metodológica
alineada a estándares internacionales, sin perder de vista los valores y principios, así como
la identidad y diversidad ecuatorianas. Este diseño debe acompañarse de la provisión de

recursos pedagógicos, tecnológicos, financieros y de infraestructura, que garanticen su
implementación nacional.
La transformación educativa no generará efectos inmediatos: formar al ciudadano para “El
Nuevo País” requerirá continuidad intergeneracional, evaluación permanente y políticas
de Estado. La urgencia del contexto obliga a iniciar este proceso de manera urgente.

Guayaquil, domingo 7 de diciembre de 2025