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Editoriales Roberto Passailaigue

A mala educación, mala evaluación

A mala educación, mala evaluación

Las evaluaciones no son el objetivo del sistema educativo, tampoco lo es el pasar o aprobar
los años de cada nivel, ni llegar a obtener un título o certificado de estudios. El Sistema
Nacional de Educación tiene como finalidad el desarrollo de capacidades y potencialidades
individuales y colectivas de la población, que posibiliten el aprendizaje, y la generación y
utilización de conocimientos, técnicas, saberes, artes y cultura. (Art. 343 Constitución).
El objetivo de los sistemas de estudios es capacitar y adquirir conocimientos, destrezas,
habilidades y competencias, para el desempeño y progreso dentro de la sociedad,
contribuyendo de manera activa y positiva a encontrar soluciones a los problemas
nacionales. Las evaluaciones o pruebas, constituyen la metodología para conocer el grado de
estudio y aprendizaje adquirido.
Los niveles de conocimiento se van evaluando de manera continua y constante en cada ciclo
o periodo lectivo, para determinar la aptitud de los estudiantes y poder ser promovidos a
otro nivel superior de conocimiento y aprendizaje. Si aprueba los exámenes y es avaluado de
manera positiva, demuestra su capacidad para continuar el proceso ascendente y articulado
de aprendizaje. Si no los aprueba, debería repetir el proceso educativo para adquirir los
conocimientos previos, sin los cuales no podría emprender ni entender la etapa superior de
estudios, en esa asignatura o materia.
Sostener que las evaluaciones y exámenes traumatizan a los estudiantes, es tan absurdo
como argumentar que para que no haya repitencia ni deserción, todos tienen que aprobar el
año, así no tengan las competencias ni conocimientos necesarios.
Los dos últimos informes del El Instituto Nacional de Evaluación Educativa – INEVAL sobre las
Pruebas Ser Estudiante (2024 y 2025), evidencian que los estudiantes no llegan a obtener el
mínimo de calificaciones, casi todos están por debajo del aprendizaje básico, aunque se diga
que existe un progreso de conocimientos adquiridos, comparados con las pruebas
anteriores.
La prueba aplicada en el 2023 a 1,084 instituciones educativas, dio como resultado que, de
cada 10 estudiantes del bachillerato, 8 no alcanzaron los niveles mínimos de competencias
en las asignaturas de Lenguaje y Literatura ni en Matemática. En Escritura 7 de cada 10
estudiantes, no cuentan con aptitudes suficientes para el razonamiento lógico y
pensamiento crítico, ni en el uso de fuentes confiables al término del bachillerato, que son
destrezas básicas para su ingreso a la educación superior.
El bajo nivel de conocimientos es producto del facilismo del sistema sin rigurosidad
académica, irrespeto y sin cumplir obligaciones, la benignidad y permisibilidad de faltas
disciplinarias, eliminación del principio de autoridad institucional y del docente, falta de
incentivos y motivación del estudiante e incumplimiento las paternas en la educación y
formación de los hijos.

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Este resultado debe ser motivo de alerta para el gobierno, pues no se cumplen los principios
constitucionales de calidad, integralidad y articulación, entre los diversos niveles en los
Sistemas Educativos. A mala educación, mala evaluación.

Roberto Passailaigue Baquerizo
Guayaquil, 8 de junio de 2025