En nuestro sistema educativo existió exámenes de ingreso a la universidad y de grado para bachilleres. Luego de una gran protesta estudiantil se suprimió el examen de ingreso, manteniendo el de grado. La Revolución Ciudadana volvió a instaurar el examen de ingreso a la universidad conocido como ENES y luego estableció uno de evaluación terminal para bachilleres practicado por el INEVAL, manteniendo el de grado, de tal manera que existieron tres evaluaciones, para luego quedar el examen de grado y el Ser Bachiller, aplicado por el INEVAL, con los estándares del Ministerio de Educación y la asignación de cupos en las IES por la Senescyt.

Ser Bachiller tuvo grandes falencias, como no permitir que el joven estudie la carrera de su elección y vocación, sino que, de cuatro alternativas, le asignaran la carrera que según el puntaje le correspondía y en la universidad que existiera el cupo, en cualquier ciudad del Ecuador. Otra fue el aplicar una métrica de evaluación perversa, por la cual el nivel socio económico del estudiante condicionaba la calificación ajustada del promedio global, aplicando una encuesta de factores asociados, que bajaba el puntaje a los estudiantes de mejor condición socio económica y subía a los otros, para concluir que, la educación había aumentado la calidad, porque “tanto instituciones con nivel socioeconómico bajo como las que tienen un nivel alto, obtienen resultados similares.” Absurdo del Socialismo del Siglo XXI, mezclar la ideología con la técnica educativa – formativa.

Ser Bachiller cambió de formato y nombre en 2021, por prueba o test Transformar y ahora, en julio de 2022, El presidente de la República eliminó este examen para el ingreso a las universidades públicas, conforme su oferta de campaña.

La eliminación de la prueba por parte de la Senescyt la considero positiva, pero no significa que no se practicarán evaluaciones para el ingreso a la universidad, sino que éste proceso, será planificado, coordinado y ejecutado por cada IES, para lo cual el gobierno deberá trasladarles, los recursos que ya se venían invirtiendo.