Blog Ecomundo

Editoriales Roberto Passailaigue

NO AL ESPIONAJE

NO AL ESPIONAJE

Se le atribuye a Nicolás Maquiavelo la frase “El fin justifica los medios” en su obra El Príncipe (1513) en la que se refiere al divorcio entre la ética y la política. En nuestra legislación, los medios de convencimiento o prueba, no tienen valor legal, si han sido obtenidos de manera ilegítima.
En artículos anteriores y en variados contextos, he expresado mi opinión en contra del significado de dicha frase, como el asilo y naturalización del pirata informático Julián Assange (26 -09-16), el caso del espionaje telefónico en la Asamblea Nacional (16-03-2019), la vergüenza diplomática por la defensa del asilado en Londres (20-1-2018), Legal, Legítimo y Moral (14-8-2016), etc., toda vez que ha sido y es utilizada para justificar lo injustificable o para legalizar la ilegalidad. Se utiliza como excusa para dar apariencia de legalidad los actos antiéticos, antimorales e ilícitos, que de una u otra forma se producen en la sociedad, por parte de autoridades, gobernantes y políticos, conculcando derechos humanos y ciudadanos esenciales, como lo son: el derecho a la vida, a la privacidad, a la educación, a la alimentación.
Es repudiable que usando la tecnología a través del internet o telefonía, de manera ilegal se violente la confidencialidad y la disponibilidad de datos personales, lo que constituye espionaje, según lo determina nuestra legislación. Si esto sucede contra de los Presidentes de la República y de la Asamblea Nacional, que podemos esperar del resto de ciudadanos. No se ha desmantelado la práctica antiética, inmoral e ilegal, instaurada para chantajear y reprimir a los opositores, por autoridades de gobiernos anteriores.
No se justifica la repudiable violación de la privacidad del Presidente de la República, haciendo público fotografías o filmaciones de acontecimientos familiares que corresponde a su intimidad personal y que no tienen nada de antijurídico. Tampoco se justifica su utilización por opositores políticos, con el afán de denigrarlo y dañar su honor e imagen para causar desestabilización, caos y subversión. Mi repudio total a dichos actos.