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Editoriales Roberto Passailaigue

OTRA VEZ: VIA A LA COSTA

OTRA VEZ: VIA A LA COSTA

Dada la importancia del tema, reproduciré un artículo publicado en Mi Columna, en el mes de agosto de 2016, en el que exponía que “… Yo alcancé a remar y nadar en el Estero Salado a la altura del puente 5 de junio, límite de la ciudad. Al frente la Ciudadela Ferroviaria con pocas casas, y a cuatro kilómetros las ciudadelas Miraflores, El Paraíso y Los Ceibos, habitadas en un 30 % al igual que Urdesa. No existía La Alborada, Las Acacias, Sauces, Samanes ni ninguna de las otras ciudadelas.

El Puerto Marítimo fue inaugurado en 1963; el Puente de la Unidad Nacional en 1970; y, el relleno hidráulico de la periferia concluyó en 1992, siendo estas estas obras las que aceleraron el desarrollo de Guayaquil y desde entonces ha pasado mucha agua debajo del puente.

Se ha poblado aceleradamente, tanto así que en 1962 tenía cerca de 260.00 habitantes, y en la actualidad (2016) el Gran Guayaquil, cuenta con poco más de 3´000.000 de habitantes domiciliados también en terrenos de los cantones colindantes de Samborondón, Daule y Salitre. Su configuración natural ya no permite expandirse hacia el norte que limita con el río y vía a Daule, ocupada con industrias y zonas habitacionales llegando casi hasta Petrillo. Por el sur limitada por el Puerto Marítimo y  los ramales de los esteros; por el este la Ría Guayas y solo al oeste, queda la única zona que tiene para expandirse, la Vía a la Costa… ahora una autopista de dos vías, con tres carriles cada una, más un carril de emergencia, la que empieza a congestionarse y se calcula que no abastecerá después de corto tiempo, más aún cuando funcione el nuevo aeropuerto en Chongón y el Puerto de Aguas Profundas en Posorja.

Es necesario que las instancias pertinentes, empiecen a diseñar y ejecutar trabajos con vías aledañas paralelas a la existente. Una lo más cerca de los esteros que llegue hasta Posorja, otra cruzando Cerro Blanco, a una distancia prudencial de la línea de tendido del gaseoducto, y un tren rápido del nuevo aeropuerto a Guayaquil, así como la ampliación de la metrovía. Actuemos ahora, no lamentemos después.” Continúa.