Mañana se realiza la jornada cívica del sufragio para elegir Presidente y Vicepresidente de la Republica, así como de Asambleístas, que representan a los Poderes Ejecutivo y Legislativo. Oficialmente será la renovación de autoridades, pero realmente se decidirá el futuro del comercio, la industria, la producción y exportación, de las libertades y el derecho, de la educación y la salud, se trata del futuro del Ecuador.
El presente artículo es un llamado cívico a la reflexión del voto ciudadano responsable, no se lo confunda con proselitismo político. Ahora, en el periodo del silencio electoral, como ciudadanos debemos meditar sobre el Ecuador que tenemos y el que realmente queremos. Hacer un balance sobre los gobiernos anteriores, lo mejor y lo peor; talvez desde el retorno a la democracia en 1979, no solo de los quince años atrás en que una ideología política ha hecho tendencia adoctrinadora en América Latina.
Se otorgó el derecho al voto para elegir a los gobernantes a los jóvenes desde los 16 años de edad, cuando no se ha completado su capacidad formativa, sin responsabilidad de sus actos o delitos que cometan. Es justamente ese grupo etario al cual se ha dirigido la campaña de adoctrinamiento y concientización de los sistemas de educación participantes en la “batalla de ideas”, siguiendo el libreto comunista y socialista del Foro de Sao Paulo, al no dar resultado la guerrilla revolucionaria.
Los mayores de 40, 50, 60, 70 o más años, aunque ya no sea obligatorio, tenemos el deber cívico de concurrir a votar, en la defensa de nuestras familias, nuestro país y su democracia. No votar nulo ni blanco, porque desperdicias tu derecho de participación ciudadana y beneficias a oscuros intereses de quienes propugnan esa irregular forma de votar.
Mañana se elegirá entre un régimen de respeto, desarrollo y emprendimiento liberal, de libre empresa, de derecho, propiedad privada y libertades individuales: o, el modelo de hambre y totalitarismo de los países con ideología socialista y comunista, como Venezuela.
Ecuatoriano, escoge bien el futuro de tu patria y tu familia.