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Editoriales Roberto Passailaigue

Todos por el SÍ

Todos por el SÍ

Al definir las instituciones del Plebiscito, Referéndum y Consulta Popular, varios tratadistas coinciden en que plebiscito es el pronunciamiento que se solicita al pueblo sobre una decisión fundamental para la vida del Estado o la sociedad; el referéndum es solicitar a los ciudadanos el criterio afirmativo o negativo respecto de un texto normativo formulado; y la consulta popular es la opinión solicitada a la ciudadanía por una autoridad, sobre un tema específico de interés nacional o local, que la obliga implementarla. La consulta popular es un ejercicio democrático por el cual los gobernantes solicitan el pronunciamiento del pueblo, para legitimar alguna medida, acción o apoyo a los actos de gobierno. Semánticamente, las tres figuras son consultas.

El 2 de octubre, el presidente de la República presentó siete preguntas para una consulta popular, las que deberán ser calificadas por la Corte Constitucional. No se hicieron esperar los gobiernistas de la década ganada, que habiendo ganado todo, ahora quieren ganar la calidad de oposición, y elevando sus estridentes voces, cual balar de ovejunos, expusieron que no aceptan preguntas regresivas en derechos o que rompan con el modelo de redistribución impulsado en los últimos 10 años de oscurantismo, por lo que harían campaña para votar contra la eliminación de la reelección indefinida y de la Ley de Plusvalía, así como de la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y de Control Social, entidad conformada por correístas, que no controla nada.

Una abrumadora mayoría de ciudadanos que quieren paz, seguridad y democracia con seguridad jurídica, respeto a los derechos humanos y dignidad de las personas, se manifiestan “todos por el sí” a las siete preguntas, sean de consulta popular o referéndum.

No es todo lo que se debería preguntar, ni se trata de apoyar a un partido político. No es la izquierda vs. la derecha, ni comunismo o capitalismo. Se trata de salvar al Ecuador, eliminando la corrupción, votando SÍ; o de mantener la corrupción instaurada votando no. Yo votare SÍ a todas las preguntas.